Inadaptados

En el corazón de Cambre, allá por 1990, cuatro adolescentes entre los 16 y 18 años decidieron que la vida tenía que sonar más fuerte. Así nació INADAPTADOS, una banda que, como su nombre indica, nunca encajó en los moldes y que, desde el primer acorde, supo que su lugar estaba sobre el escenario. La formación original: Kike Candal (voz y guitarra), Alex Andrade (bajo), Luis Eiroa (guitarra) y Ángel Sánchez (batería), debutó el 4 de mayo de 1991, una fecha que marcaría el inicio de una historia que, tres décadas después, sigue sumando capítulos. INADAPTADOS fue mucho más que una banda local, tocando en todo tipo de eventos y compartiendo escenario con nombres consagrados del panorama nacional. Su directo, crudo y honesto, era pura energía: rock clásico con acento propio, capaz de encender cualquier sala y conquistar a públicos de todas las edades. Como ocurre en las mejores historias del rock, la vida llevó a la banda por caminos distintos. Hubo cambios de formación, etapas de búsqueda y, finalmente, un largo silencio: más de veinte años de parón. Pero el verdadero rock and roll nunca muere, solo espera el momento adecuado para volver a rugir. Ese momento llegó con una propuesta imposible de rechazar: reunirse para celebrar el 30 aniversario del Rock in Cambre, festival que ellos mismos fundaron. El reencuentro fue un éxito rotundo, una descarga de emociones y recuerdos que les hizo comprender que la llama seguía viva. La respuesta del público fue tan cálida que INADAPTADOS decidió no quedarse en la nostalgia y apostar por una segunda vida como banda. Hoy, INADAPTADOS vuelve a la carretera con la madurez y la experiencia que solo dan los años y los escenarios recorridos. Sus nuevos temas, compuestos tras el regreso, destilan la esencia de siempre pero con una profundidad renovada: letras que hablan de lo vivido, riffs que suenan a libertad y una actitud que recuerda por qué el rock es, ante todo, una forma de resistir. En un mundo que cambia a la velocidad de la luz, INADAPTADOS demuestra que hay cosas que nunca pasan de moda: la pasión, la amistad y el poder de una buena canción. Y mientras haya un escenario dispuesto a vibrar, ellos seguirán recordándonos que, a veces, ser inadaptado es la mejor forma de encontrar tu propio lugar.