Glam Skanks (Los Angeles, USA) + Los Wavy Gravies (Rías Baixas, ES) en Barcelona

GLAM SKANKS (LOS ANGELES, USA)

Con Glam Skanks nos encontramos ante el espíritu de los primeros días del punk, con reminiscencias a bandas como The New York Dolls, The Sweet, Aerosmith, Kiss, Alice Cooper, o el Bowie de principios de los 70. También a Slade, T-Rex o Suzie Quatro. Sin embargo, no tratan de ocultar sus referencias sino que se muestran orgullosas de ellas. Una extravagancia audiovisual colorida envuelta en la cosmética de The Rocky Horror Show.

El conjunto está formado por Ali Cat, la cantante de la banda; Veronica Volume, encargada de la guitarra; Millie Chan, a los mandos del bajo, y Cassie, haciendo lo propio en la batería. A pesar de su corta trayectoria, por el momento, han realizado tours por Inglaterra y Estados Unidos junto a Adam Ant o han tocado junto a Cherrie Currie y Alice Cooper.

La banda ha crecido a ritmo frenético por los USA, y hace unos meses visitaron Europa con motivo del lanzamiento de su último trabajo “Glitter City” publicado en 2016. Tras varios lanzamientos y EPs, regresan a nuestro país en una gira en la que volverán a desplegar todo su carisma. Como ellas mismas dicen “Hola rockeros estamos llegando a tu ciudad. Cuando ocupemos las calles estamos seguras de que haremos voltear algunas cabezas. Si quieres unirte a nuestra pandilla, hay una cosa que debes saber. Dejamos rastro de brillo donde quiera que vayamos. Somos las chicas malas que salen de noche. Así que chicos, mejor no tenernos a la vista. ¡Somos las chicas que tus padres seguro odiarían! ... Somos THE GLAM SKANKS!!!.

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LOS WAVY GRAVIES (RÍAS BAIXAS, ES)

¿Rock and Roll? ¿A quién le interesa realmente ese término hoy en día?.

Mucho se ha manoseado el Rock and Roll desde que Alan Freed lo promocionó en los primeros cincuenta para nombrar al nuevo estilo musical proveniente de la mezcla de blues, country y rhythm&blues, y acuñar así un concepto que abarcaría a toda una generación unida por la rebeldía y la diversión. Hasta tal punto que se le llama de ese modo a casi cualquier cosa relacionada con el show business o la vida de acción, independientemente de la forma musical que tenga. Quedémonos de momento con la rebeldía y la diversión, inequívoca y tangible por toda aquella persona que la haya experimentado.

Hablemos ahora de lo “underground”: lo subterráneo, lo que subyace bajo la masa imperante, lo que interesa a unos pocos, lo que está por aflorar y no lo hace, pues nunca será aceptado por la mayoría, porque libertad y rebeldía son inherentes a las minorías en un mundo cada vez más globalizado por lo establecido y lo controlable. Es solamente en el “underground” donde el Rock and Roll mantiene su significado original vigente.
Los Wavy Gravies, de las estimulantes Rías Baixas, son diversión en estado puro, vienen del “underground” y en consecuencia también podemos decir que son gente que vive y se dedica al Rock and Roll. No siguen modas, reglas o falsas doctrinas. Ellos están aquí para pasarlo bien y para excitarte.
Ellos son los Reyes del Underground!.

Kings Of The Underground

Desde las risas iniciales del instrumental surf Kasha Fo-Jo, se desata la locura, porque estamos ante un disco de debut sin límite de velocidad, sin frenos, sin nadie al volante... "Don't worry about us, baby.... We’re as happy as we can be", eschuchamos la declaración de malas intenciones que titula el disco y que emerge como un trallazo, con aroma a The Sonics y Bo Diddley, y da paso a una de las joyas del disco: I Will, auténtico himno del Rock con mayúsculas, ácido, refrescante,  pegadizo y sexual, auténtico beat de la factoría Lorre...
Y sin tiempo a coger aire, nos encontramos con la primera de las dos versiones del disco, Karate (The Emperors), un rhythm n’ blues sudoroso recogido de las entrañas souleras de Philadelphia. A continuación, Wild, Wild, Wild, que supone la quintaesencia del sonido Wavy Gravies: frat rock directo, nocturno y descarado, invitación a la juerga infinita y a la rotura de cadera; y I Stay Away, corte acelerado y ansioso, con aire punk neoyorquino, para cerrar la cara A.

La única concesión a la calma abre la segunda cara. Crawling To You es densa, oscura y exótica, en la que Cramps y Radio Birdman van de la mano por terrenos pantanosos, abriendo paso al instrumental fronterizo El Ringo, segunda y última incursión en temas ajenos, esta vez de The Fireballs, grandes desconocidos de la escena frat de los primeros ‘60.
    
Con Howlin' vuelven a la senda del rock vitamínico, añadiendo imaginería licántropa de serie B, y es posible adivinar las influencias de los Flamin’ Groovies más gamberros en la intención e inmediatez del tema, al igual que en ’Cause Of You, otra buena muestra de genialidad garajera marca de la casa.
Vampire‘s Bopper, en cambio, rompe los esquemas del LP, con un boogie áspero, árido, que resucita al Screaming Lord Sutch más primitivo en una letra que huele a sangre seca, en una nueva vuelta de tuerca a la temática "wavy gravy" que impregna el disco.

Tremor cierra el disco como empieza, acelerando, pidiendo más y más a través de guitarras salvajes y ritmos afilados en otro instrumental frenético, que llena de voces tu cabeza: La noche es nuestra, la noche huele a Chuck Berry, sabe a celuloide y espuma de cerveza; somos criaturas del pantano, reyes del subsuelo, la noche es nuestra, bailemos hasta morir, pon otra vez este vinilo maldito. ¿Lo harás por mí?.