TONY METRALLA Y LOS ANTIBALA en el STEREO

De una reunión de clásicos rockeros de nuestra escena solo podía salir algo de lujo como lo que tenemos entre manos. Toni Metralla Y Los Antibalas lo conforman Vitxo a la batería (Mundo Matadero, Bugatti, Los Vibradores), Lino a la guitarra (Parabellum, Serie Z M.C.D., Macarrada), Mr. Hell (Dear Twit, Subzero, Salida De Emergencia, Colajets) y Tonino (La Mortaja Del Rey, Deskonzierto, M.C.D, Macarrada). Sin salirse demasiado de todas las influencias que ya mostraran en todos sus anteriores proyectos, donde encontramos alguno de los grandes nombres del rock de Bizkaia, Toni Metralla Y Los Antibalas ofrece un fresco y nuevo proyecto capaz de saciar el apetito de los seguidores al rock & roll con mayúsculas. Rock clásico, sucio y garagero hecho a su manera.

Los temas que encontramos se alternan entre propios y adaptaciones de otros clásicos artistas, haciendo un gran trabajo en conjunto y dándole a todo ello un color muy propio y diferente. Me voy a quedar con una frase literal cogida de su propia presentación en facebook, porque creo que no podría ser más acertada: son capaces de dar el paseillo y poner contra el paredón verdaderos himnos de gloriosas épocas ya pasadas, no siendo esto un simple fusilamiento traidor sino más bien un tuneado visceral en cuanto a idioma y ejecución.

Así hacen propios temas como “Quien Salvará El Rock & Roll?”, original de Dictators, “Grito Rebelde” con la marca de Billy Idol o “Los Buenos Chicos No Hacen Rock & Roll” de Rose Tatoo. Su rock es tan incendiario que pueden traer el infierno a Bilbao, como refleja un rockero y callejero “Infierno En Bilbao”, y presentar temas de cosecha propia que encajan perfectamente en el contexto musical, de aire retro y a la vez atemporal, con el que han querido enfocar este proyecto, como un “Cohete Cósmico” cuya letra entenderán perfectamente los que hayan tenido o tengan gato en casa.

El trabajo está compuesto por la friolera de 18 cortes, todos ellos capaces de hacerte mover y de convertirse en himnos que harás propios, algunos porque sus acordes y melodías ya los llevas dentro al ser clásicos de nuestra música y los que son nuevos, porque se embadurnan con esa misma esencia haciendo que el disco pase de manera amena y rápida, dejando un regusto adictivo que te invita a repetir. Un chute de rock & roll de lo más saludable, sin riesgo de sobredosis.