Trece canciones que son la culminación de una prematura carrera a medio camino entre Baltimore y Nueva Orleans, donde el irreverente e inconformista Drew toca todos los instrumentos y recupera el espíritu de los 70 más gamberros. Tras una década tocando y grabando se encuentra en su momento más dulce, capaz dar forma a su revolucionada mente en forma de temas directos, de sólidos y anfetamínicos riffs y de melodías powerpop infecciosas que pueden recordar a Dead Boys, Black Halos o Jay Reatard pero con su propia personalidad. En menos de media hora, descarga su ira contra la sociedad y reconoce su amor por Satán de la manera más festiva y desenfadada.

Tendremos la suerte de poderlos ver en VALLADOLID,  en una de las pocas fechas que los de New Orleans tienen cerrada en España , única en Castilla y León.!!